CONSEJOS PARA LOS PADRES EN LA ERA DIGITAL
¿Cómo hablar del buen uso de las nuevas tecnologías con nuestros hijos?
La clave para evitar estas situaciones está en el control que los adultos
realicen sobre los niños. Los padres y profesores deben pactar tiempos bien
definidos de estas TICs y evitar que se sobrepase este límite para evitar el riesgo
de adicción. De igual modo hay que dejar muy claro para lo que se están usando las
nuevas tecnologías y explicar el contenido que queda prohibido visualizar u otras
aplicaciones de estas herramientas como el acceso a perfiles de redes sociales.
El uso de las TIC puede generar riesgos que son fáciles de prevenir, si
se tiene en cuenta algunas recomendaciones como las siguientes:
- El uso de los equipos tecnológicos (celulares, computadoras, tabletas, videojuegos, televisores) deberían estar en un lugar visible de la casa. Esto permite regular su uso en horarios adecuados.
- La tecnología debe ser un medio para fomentar el desarrollo adecuado, el conocimiento, la información o comunicación.
- Informarse sobre qué tipo de programas, equipos y juegos son adecuados a la edad del usuario y su grado de desarrollo.
- Compartir el uso de las tecnologías en compañía de otros adultos responsables y de confianza.
- Establecer un horario específico. Establezca horarios que le permitan alimentarse, descansar, dormir, socializar y ejercitarse a largo del día o la semana.
- Aprender y mostrar las formas en las que los datos y la información que compartimos en los equipos tecnológicos se vuelve pública o susceptible a ser sustraída, alterada o compartida.
- Estar pendientes de cualquier sintomatología que indique una adicción o necesidad excesiva del uso de las tecnologías.
INDICADORES IMPORTANTES PARA DETECTAR POSIBLES SITUACIONES DE USOS PROBLEMÁTICOS.
“Internet es una herramienta de gran utilidad, pero puede tener
consecuencias negativas si no se usa con responsabilidad, destaca María Guerrero”,
psicóloga experta de Qustodio.
“Los menores son menos conscientes del poder adictivo de Internet que los
adultos, por lo que la solución no es la prohibición sino la educación:
hablarles sobre el peligro de la adicción virtual, acompañarlos en sus horas de
conexión y contar con herramientas de gestión y control del tiempo.”
Aislamiento de la familia
Un 9% de los niños de 6 a 9 años cuenta con un ordenador personal en su habitación. Teniendo en cuenta estos datos, no es de extrañar que muchos jóvenes se encierren en su cuarto y no hagan vida familiar. Y este aislamiento es revelador de un uso patológico.
Cambios en la rutina y en las aficiones
Internet se ha convertido en el principal centro de atención para la
mayoría de los menores y eso se nota en su día a día. Si tu hijo antes era aficionado
a jugar al fútbol con sus amigos y ha sustituido este hobby por pasar más
tiempo conectado, es muy posible que el entretenimiento digital se haya vuelto
adictivo.
Alteración del sueño
Muchos menores ven la noche como una oportunidad ideal para llevarse el
smartphone a la cama y chatear hasta altas horas.
Las consecuencias: más de la mitad de los jóvenes entre 11 y 18 años duermen
menos de 7 horas y un 40% se encuentra somnoliento durante el día, según el estudio
Adolescents dormits.
Fracaso escolar
La adicción a Internet no solo sacrifica el tiempo libre y las horas
del sueño de los menores, también afecta a su tiempo de estudio. Los jóvenes
que utilizan Internet de forma adictiva tienen mayor riesgo de empeorar su rendimiento
escolar que los que no hacen un uso adecuado (un 18,6% frente a un 12,3%), así
que hay que estar atento a los cambios en los resultados académicos.
Cambios de humor y en las relaciones sociales
Al igual que ocurre con cualquier otra adicción, estar enganchado a
internet puede generar cambios de humor repentinos e irritabilidad. Además, al
pasar tanto tiempo conectados, los menores pueden perder interés por las relaciones
sociales en la vida real.
Estrés ante la falta de tecnología
Esta adicción también tiene su particular síndrome de abstinencia, ya que
la OCDE advierte de que el 69% de los adolescentes españoles de 15 años se
sienten realmente mal si no se conecta a Internet, un porcentaje bastante
superior si lo comparamos con el 54% de media en Europa. Si tu hijo se irrita y
se pone de mal humor cuando no puede conectarse, ¡alerta!
Ansiedad y depresión
En los últimos años los trastornos de ansiedad y depresión han
aumentado un 70% entre los niños y adolescentes por el abuso de Internet. Son
sin duda los síntomas más difíciles de detectar, pero a la vez, los más peligrosos.
¿Qué hacer cuando nuestros hijos manifiestan usos problemáticos de las TICS?
✅Para solucionar este tema es positivo poner el ordenador en una zona común
de la casa, por ejemplo, el cuarto de estar. Muchos padres cometen el error de
ponerlo en la habitación del hijo, de esta forma, es más difícil que puedan saber
qué hacen sus hijos en la red.
❌La rutina del joven cambia de tal forma que todo lo demás pasa a un segundo plano y su interés por Internet se convierte en el centro de su vida, dejando de hacer planes que antes le gustaban –como actividades deportivas– por pasar más tiempo conectado.
✅Es importante ofrecer a los jóvenes valores pedagógicos en relación con
el uso constructivo de Internet, y animarlos a practicar deporte u otras actividades
que no requieran estar frente al orden o el smartphone. Por ello, informa a tus
hijos sobre lo importante que es proteger su vida privada evitando la
publicación de fotografías personales en las redes sociales.
❌El carácter del afectado cambia, se vuelve irascible y sufre cambios bruscos de humor. Muestra menos interés por las relaciones sociales y se muestra ausente y distante en eventos de grupo.
✅Para prevenir este punto es positivo eliminar Internet de casa y mejor potenciar
el uso de la enciclopedia como herramienta de consulta en los estudios. También
es adecuado contar con ayuda profesional en caso de que el daño sea muy grave
para que apoye al adolescente en sus dificultades.